Oh fortuna, velut luna...

Oh fortuna, velut luna, statu variabilis, semper crescis aut descrescis... Oh fortuna, variable como la luna, siempre creces o decreces... Así empieza este poema del Carmina Burana que resuena de fondo en la película "Excalibur", cuando portando el santo cáliz, entre las tierras desangradas y rotas, los almendros comienzan a florecer. Los almendros en flor me recuerdan que todo puede volver a suceder.